Hace poco la mujer más importante de mi vida me contó algo que vivimos juntas, pero que solo recordaba ella...
"Cuando yo tenía un añito y comenzaba a caminar, me agarraba fuerte de las orejas porque así me sentía más segura..."
Desde chiquititos tenemos y usamos recursos para salir o seguir adelante, de mayores los olvidamos, pero de vez en cuando esta bien recordarlos, agarrarse fuerte y seguir caminando.
lunes, 9 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)